martes, 31 de enero de 2017

Atrás



Gracias. No me cansaré de repetirlo y recordároslo. Os lo digo ya desde la distancia, el otro lado del charco. Trataré por este blog deciros lo que vivo y siento en esta experiencia que nace de mi Fe y convicción en un mundo hermanado y que vaya finalizando con este sistema que nos mata silenciosamente. Salir mas alla de las periferias para enriquicerse y dar testimonio a una comunidad. Así que, esta aventura la viviré yo, pero en ella sois fundamentales, no tendría sentido sin vosotros. No os contare todo, contaré  lo que quiera y según vaya reposando…el tiempo escribirá por mí.
Atrás queda esa decisión mía de marchar mas alla de España para seguir trabajando en lo que creo y para quien creo. De todo el proceso durante el 2016 recuerdo algunas pinceladas que ahora me atrevo a compartir, rápido y seguido
El sí de Caritas Jaén, un día de enero en un cafetería. Los viajes a Madrid acompañado, expectante y decidido. Las sesiones maratonianas de formación con: pies descalzos y mochila, golpes de estado de Caritas, abrazos, compartir experiencias, enfermedades y precauciones, crecimiento ante dificultades, incertidumbres y certidumbres de destino, miradas y felicitaciones, despedidas amargas, nervios, los trámites previos (con sus interrogantes) y llamada al destino. También, a parte, las visitas a médicos, enfermería y vacunas. Las discrepancias con papa y mama. Los consejos. Los ¿cuándo te vas? Las prisas y dudas del final y la ceremonia de despedida. Los abrazos.
Atrás queda esto y quedan los posos del trabajo realizado, y ahora toca trabajar en “terreno”. Ayer llegué a Quito, que me ha acogido con los brazos abiertos. Desde la puerta del aeropuerto hasta la Inspectoría Salesiana Sagrado Corazón. En donde me he encontrado durante en el almuerzo como uno mas celebrando el día de Don Juan Bosco junto a los trabajadores y religiosos que forman esta comunidad.  
El Maestro en el patio de la Casa Salesiana de Quito
Mañana a conocer e instalarse en el destino final, Macas, en donde desempeñaré mi labor y acompañamiento con los niños con los que trabaja la Fundación Chankuap y vivir otras realidades que os voy a contar. Sin expectativas y con el entusiasmo recargado. Estoy cien por cien aterrizado físicamente en este país, falta terminar que aterrice cien por cien mental y espiritualmente. En este nuevo proceso también os preciso. Un abrazo.

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